
Buscofen 12 Cápsulas Blandas es un medicamento a base de ibuprofeno (200 mg por cápsula), un principio activo perteneciente a la categoría de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), indicado para el tratamiento de dolores de diverso origen. Es especialmente eficaz para aliviar el dolor asociado a afecciones como dolor menstrual, dolor de cabeza, dolor de muelas, neuralgias y dolores osteoarticulares y musculares. Gracias a su formulación en cápsulas blandas, se absorbe rápidamente en el organismo, ofreciendo un alivio más rápido en comparación con otras formulaciones sólidas.
Buscofen 12 Cápsulas Blandas está indicado para el tratamiento sintomático del dolor de intensidad leve o moderada, entre ellos:
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Dolor menstrual (dismenorrea);
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Dolor de cabeza;
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Dolor de muelas;
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Neuralgias;
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Dolores musculares y articulares (como lumbalgia, dolor de espalda y artralgias);
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Dolores reumáticos e inflamatorios de origen musculoesquelético.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Principios activos contenidos en Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Cuál es el principio activo de Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
Comprimidos recubiertos: 1 comprimido contiene: ibuprofeno 200 mg. Cápsulas de gelatina blanda: 1 cápsula blanda contiene: ibuprofeno 200 mg. Para la lista completa de excipientes, véase el apartado 6.1.
EXCIPIENTES
Composición de Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Qué contiene Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
Comprimidos recubiertos - blíster de 20 comprimidos: almidón de maíz, carboximetilalmidón sódico, estearato de magnesio, hidroxipropilmetilcelulosa, polietilenglicol 6000, talco, dióxido de titanio, emulsión antiespumante. Cápsulas blandas - blíster de 12 o 24 cápsulas: macrogol 600, hidróxido de potasio, agua purificada, gelatina, sorbitol líquido parcialmente deshidratado.
INDICACIONES
Indicaciones terapéuticas Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Por qué se utiliza Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg? ¿Para qué sirve?
Dolores de diverso origen y naturaleza (dolor menstrual, dolor de cabeza, dolor de muelas, neuralgias, dolores osteoarticulares y musculares).
CONTRAINDICACIONES EFECTOS SECUNDARIOS
Contraindicaciones Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Cuándo no debe utilizarse Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes. Personas con hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico o a otros analgésicos, antipiréticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), especialmente cuando la hipersensibilidad se asocia a poliposis nasal, angioedema y/o asma. Insuficiencia hepática grave. Insuficiencia renal grave (filtración glomerular inferior a 30 ml/min). Insuficiencia cardíaca severa (clase IV NYHA). Personas afectadas por discrasias sanguíneas de origen desconocido, por porfiria, por hipertensión, por grave insuficiencia coronaria no controlada. Úlcera péptica grave o en fase activa. Antecedentes de hemorragia gastrointestinal o perforación relacionados con tratamientos previos con AINE o antecedentes de hemorragia/úlcera péptica recurrente (dos o más episodios distintos de ulceración o sangrado demostrados). Personas con condiciones clínicas que determinen un aumento de la tendencia al sangrado. En concomitancia con intervenciones quirúrgicas (incluidas las operaciones dentales). Personas que hayan sufrido pérdidas significativas de líquidos (por vómitos, diarrea o escasa ingesta de líquidos). Durante el tercer trimestre de embarazo (véase apdo. 4.6). Niños menores de 12 años.
POSOLOGÍA
Cantidad y modo de administración de Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Cómo se toma Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
No administrar a niños menores de 12 años. Los efectos adversos pueden minimizarse utilizando la dosis mínima eficaz durante el periodo de tratamiento más corto posible necesario para controlar los síntomas (véase apdo. 4.4). Comprimidos recubiertos. Adultos y adolescentes mayores de 12 años: 1-2 comprimidos, dos o tres veces al día, preferiblemente con el estómago lleno. No superar en ningún caso la dosis de 1200 mg (6 comprimidos) al día. No superar las dosis recomendadas. Si el uso del medicamento es necesario durante más de 3 días en adolescentes, o si los síntomas empeoran, debe consultarse al médico. Ancianos: los pacientes ancianos deben atenerse a las dosis mínimas indicadas. Pacientes con insuficiencia renal: en presencia de insuficiencia renal, la eliminación puede verse reducida y la posología debe ajustarse en consecuencia. Cápsulas blandas. Adultos y adolescentes mayores de 12 años: 1-2 cápsulas blandas, dos o tres veces al día, preferiblemente con el estómago lleno. No superar en ningún caso la dosis de 1200 mg (6 cápsulas blandas) al día. No superar las dosis recomendadas. Si el uso del medicamento es necesario durante más de 3 días en adolescentes, o si los síntomas empeoran, debe consultarse al médico. Ancianos: los pacientes ancianos deben atenerse a las dosis mínimas indicadas. Pacientes con insuficiencia renal: en presencia de insuficiencia renal, la eliminación puede verse reducida y la posología debe ajustarse en consecuencia. Buscofen no debe utilizarse durante más de 7 días. Si se necesitan dosis más altas o se requiere un tratamiento más prolongado, es necesario consultar al médico. Los comprimidos recubiertos y las cápsulas blandas deben tragarse sin masticar, preferiblemente con un poco de agua. Se recomienda la toma durante o después de las comidas, especialmente en personas con molestias gástricas.
CONSERVACIÓN
Conservación Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Cómo se conserva Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
Comprimidos recubiertos - blíster de 20 comprimidos: conservar a temperatura ambiente. Cápsulas blandas - blíster de 12 o 24 cápsulas: no requiere condiciones especiales de conservación.
ADVERTENCIAS
Advertencias Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - Es importante saber que sobre Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg:
Debe evitarse el uso de Buscofen junto con otros AINE, incluidos los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 (COX-2), debido a un aumento del riesgo de ulceración o sangrado (véase apdo. 4.5). Los efectos adversos pueden minimizarse usando la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo posible necesario para controlar los síntomas (véanse los apartados siguientes sobre riesgos gastrointestinales y cardiovasculares). Población pediátrica: en adolescentes deshidratados existe el riesgo de alteración de la función renal. Ancianos: los pacientes ancianos presentan un aumento en la frecuencia de reacciones adversas a los AINE, especialmente hemorragias y perforaciones gastrointestinales, que pueden ser mortales (véase apdo. 4.2). Hemorragia gastrointestinal, ulceración y perforación: durante el tratamiento con todos los AINE, en cualquier momento, con o sin síntomas de aviso o antecedentes previos de eventos gastrointestinales graves, se han notificado hemorragia gastrointestinal, ulceración y perforación, que pueden ser mortales. En ancianos y en pacientes con antecedentes de úlcera, especialmente si se complica con hemorragia o perforación (véase apdo. 4.3), el riesgo de hemorragia gastrointestinal, ulceración o perforación es mayor con dosis crecientes de AINE. Estos pacientes deben iniciar el tratamiento con la dosis más baja disponible. En estos pacientes, y también en aquellos que toman dosis bajas de ácido acetilsalicílico u otros medicamentos que puedan aumentar el riesgo de eventos gastrointestinales, debe considerarse el uso concomitante de agentes protectores (misoprostol o inhibidores de la bomba de protones) (véase más abajo y apdo. 4.5). Los pacientes con antecedentes de toxicidad gastrointestinal, especialmente ancianos, deben comunicar cualquier síntoma gastrointestinal inusual (sobre todo hemorragia gastrointestinal), especialmente en las fases iniciales del tratamiento. Debe prestarse cautela en pacientes que toman simultáneamente medicamentos que podrían aumentar el riesgo de ulceración o hemorragia, como corticosteroides orales, anticoagulantes como warfarina, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o antiagregantes plaquetarios como el ácido acetilsalicílico (véase apdo. 4.5). Cuando se produzca hemorragia o ulceración gastrointestinal en pacientes que toman Buscofen, debe suspenderse el tratamiento. Los AINE deben administrarse con precaución en pacientes con antecedentes de enfermedad gastrointestinal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn), ya que dichas condiciones pueden agravarse (véase apdo. 4.8). Usar con precaución en pacientes con alteraciones de la coagulación. Efectos cardiovasculares y cerebrovasculares: se requiere un control adecuado e instrucciones apropiadas en pacientes con antecedentes de hipertensión y/o insuficiencia cardíaca congestiva leve a moderada, ya que en asociación con el tratamiento con AINE se han observado retención de líquidos y edema. Los estudios clínicos sugieren que el uso de ibuprofeno, especialmente a dosis altas (2400 mg/día), puede asociarse a un modesto aumento del riesgo de eventos trombóticos arteriales (p. ej., infarto de miocardio o ictus). En general, los estudios epidemiológicos no sugieren que dosis bajas de ibuprofeno (p. ej., <= 1200 mg/día) se asocien a un aumento del riesgo de eventos trombóticos arteriales. Los pacientes con hipertensión no controlada, insuficiencia cardíaca congestiva (clase II-III NYHA), cardiopatía isquémica confirmada, enfermedad arterial periférica y/o enfermedad cerebrovascular deben ser tratados con ibuprofeno solo tras una cuidadosa consideración y deben evitarse dosis altas (2400 mg/día). Debe extremarse la precaución también antes de iniciar un tratamiento prolongado en pacientes con factores de riesgo de eventos cardiovasculares (p. ej., hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus, hábito tabáquico), especialmente si se requieren dosis altas (2400 mg/día) de ibuprofeno. Reacciones cutáneas graves: se han notificado muy raramente, en asociación con el uso de AINE, reacciones cutáneas graves, algunas mortales, incluidas dermatitis exfoliativa, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica (véase apdo. 4.8). En las primeras fases de la terapia los pacientes parecen estar expuestos a un mayor riesgo; la aparición de la reacción ocurre en la mayoría de los casos dentro del primer mes de tratamiento. Se ha notificado pustulosis exantemática aguda generalizada (PEAG) en relación con medicamentos que contienen ibuprofeno. El tratamiento con Buscofen debe interrumpirse ante la primera aparición de erupción cutánea, lesiones de mucosa o cualquier otro signo de hipersensibilidad. Enmascaramiento de síntomas de infecciones subyacentes: Buscofen puede enmascarar los síntomas de infección, lo que podría retrasar el inicio de un tratamiento adecuado y empeorar, por tanto, el desenlace de la infección. Esto se ha observado en la neumonía bacteriana adquirida en la comunidad y en las complicaciones bacterianas de la varicela. Cuando Buscofen se administra para el alivio de la fiebre o del dolor relacionado con una infección, se recomienda monitorizar la infección. En contextos no hospitalarios, el paciente debe consultar al médico si los síntomas persisten o empeoran. Efectos renales: al iniciar un tratamiento con ibuprofeno debe tenerse precaución en pacientes con deshidratación considerable.
INTERACCIONES
Interacciones Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg - ¿Qué medicamentos o alimentos pueden modificar el efecto de Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
El ibuprofeno (como otros AINE) debe utilizarse con precaución en asociación con: corticosteroides: aumento del riesgo de ulceración o hemorragia gastrointestinal (véase apdo. 4.4); anticoagulantes: los AINE pueden aumentar los efectos de los anticoagulantes como warfarina (véase apdo. 4.4). Es oportuno monitorizar a los pacientes en tratamiento con cumarínicos; ácido acetilsalicílico y otros AINE: estas sustancias pueden aumentar el riesgo de reacciones adversas gastrointestinales (véase apdo. 4.4). La administración concomitante de ibuprofeno y ácido acetilsalicílico no se recomienda generalmente debido al posible aumento de efectos indeseados. Datos experimentales sugieren que el ibuprofeno puede inhibir competitivamente el efecto del ácido acetilsalicílico a dosis bajas sobre la agregación plaquetaria cuando ambos fármacos se administran al mismo tiempo. Aunque existen incertidumbres respecto a la extrapolación de estos datos a la situación clínica, no puede excluirse la posibilidad de que el uso regular, a largo plazo, de ibuprofeno pueda reducir el efecto cardioprotector del ácido acetilsalicílico a dosis bajas. No se considera probable ningún efecto clínico relevante tras un uso ocasional de ibuprofeno (véase apdo. 5.1). En cualquier caso, es aconsejable no asociar ibuprofeno con aspirina u otros AINE; antiagregantes e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): aumento del riesgo de hemorragia gastrointestinal (véase apdo. 4.4); diuréticos, inhibidores de la ECA y antagonistas de la angiotensina II: los AINE pueden reducir el efecto de los diuréticos y de otros fármacos antihipertensivos. Los diuréticos también pueden aumentar el riesgo de nefrotoxicidad asociada a AINE. En algunos pacientes con función renal comprometida (por ejemplo, pacientes deshidratados o ancianos) la coadministración de un inhibidor de la ECA o de un antagonista de la angiotensina II y de agentes que inhiben el sistema ciclooxigenasa puede conducir a un mayor deterioro de la función renal, incluida una posible insuficiencia renal aguda, generalmente reversible. Estas interacciones deben considerarse en pacientes que toman Buscofen en concomitancia con inhibidores de la ECA o antagonistas de la angiotensina II. Por tanto, esta combinación debe administrarse con precaución, especialmente en pacientes ancianos. Los pacientes deben estar adecuadamente hidratados y debe considerarse la monitorización de la función renal tras el inicio de la terapia concomitante y, periódicamente, posteriormente; litio: la administración concomitante de litio y AINE provoca un aumento de los niveles de litio en sangre por reducción de la eliminación, con posibilidad de alcanzar el umbral tóxico. Si esta asociación es necesaria, monitorizar la litemia para ajustar la posología del litio durante el tratamiento concomitante con ibuprofeno; metotrexato: los AINE pueden inhibir la secreción tubular de metotrexato y reducir su aclaramiento con el consiguiente aumento del riesgo de toxicidad; aminoglucósidos: los AINE pueden disminuir la excreción de aminoglucósidos; glucósidos cardíacos: los AINE pueden exacerbar la insuficiencia cardíaca, reducir la tasa de filtración glomerular y aumentar los niveles plasmáticos de glucósidos cardíacos; fenitoína: los AINE pueden ocasionar un aumento de las concentraciones plasmáticas de fenitoína; colestiramina: la administración concomitante de ibuprofeno y colestiramina puede reducir la absorción de ibuprofeno en el tracto gastrointestinal. No obstante, se desconoce la relevancia clínica de esta interacción; ciclosporina: aumenta el riesgo de nefrotoxicidad con los AINE; inhibidores de la COX-2 y otros AINE: debe evitarse el uso concomitante con otros AINE, incluidos los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2, por un posible efecto aditivo (véase apdo. 4.4); extractos vegetales: Ginkgo biloba puede aumentar el riesgo de sangrado en asociación con AINE; mifepristona: debido a las propiedades antiprostanglandínicas de los AINE, teóricamente podría producirse una disminución de la eficacia del medicamento. La evidencia limitada sugiere que la coadministración de AINE el día de administración de prostaglandinas no influye negativamente en los efectos de la mifepristona o de la prostaglandina sobre la maduración cervical o la contractilidad uterina y no reduce la eficacia clínica del medicamento en la interrupción del embarazo; antibióticos quinolónicos: datos en animales indican que los AINE pueden aumentar el riesgo de convulsiones asociado a antibióticos quinolónicos. Los pacientes que toman AINE y quinolonas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar convulsiones; sulfonilureas: los AINE pueden aumentar el efecto de las sulfonilureas. Se han notificado casos raros de hipoglucemia en pacientes en tratamiento con sulfonilureas que tomaban ibuprofeno; tacrolimus: posible aumento del riesgo de nefrotoxicidad cuando los AINE se administran con tacrolimus; zidovudina: aumento del riesgo de toxicidad hematológica en caso de coadministración con AINE. Existe evidencia de un aumento del riesgo de hemartrosis y hematoma en pacientes hemofílicos con VIH en tratamiento concomitante con zidovudina y otros AINE; ritonavir: posible aumento de la concentración de AINE; probenecid: ralentiza la excreción de AINE con posible aumento de sus concentraciones plasmáticas; sulfinpirazona: puede retrasar la excreción de ibuprofeno; inhibidores del CYP2C9: la administración concomitante de ibuprofeno e inhibidores del CYP2C9 puede aumentar la exposición al ibuprofeno (sustrato del CYP2C9). En un estudio con voriconazol y fluconazol (inhibidores del CYP2C9), se observó un aumento de la exposición al S(+)-ibuprofeno de aproximadamente el 80% al 100%. Debe considerarse la reducción de la dosis de ibuprofeno cuando se administran concomitantemente inhibidores potentes del CYP2C9, especialmente cuando se administran dosis altas de ibuprofeno con voriconazol y fluconazol.
EFECTOS ADVERSOS
Como todos los medicamentos, Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg puede causar efectos secundarios - ¿Cuáles son los efectos secundarios de Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg?
Los efectos adversos observados con ibuprofeno son generalmente comunes a los de otros analgésicos, antipiréticos, antiinflamatorios no esteroideos. Trastornos gastrointestinales: los eventos adversos más comúnmente observados son de naturaleza gastrointestinal. Pueden producirse úlceras pépticas, perforación o hemorragia gastrointestinal, a veces mortales, especialmente en ancianos (véase apdo. 4.4). La perforación gastrointestinal con el uso de ibuprofeno se ha observado raramente. Tras la administración de Buscofen se han notificado: náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, dispepsia, dolor epigástrico, pirosis, dolor abdominal, melena, hematemesis, estomatitis ulcerativa, exacerbación de colitis y enfermedad de Crohn (véase apdo. 4.4). Con menor frecuencia se han observado gastritis. Muy raramente también se han observado pancreatitis. Trastornos del sistema inmunitario: tras el tratamiento con AINE se han notificado reacciones de hipersensibilidad. Estas pueden consistir en: a) reacción alérgica inespecífica y anafilaxia; b) reacciones del tracto respiratorio que incluyen asma, incluso grave, broncoespasmo o disnea; o bien c) trastornos cutáneos, incluyendo erupciones de diverso tipo, prurito, urticaria, púrpura, angioedema y, con menor frecuencia, dermatitis exfoliativas y ampollosas (incluidos síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica y eritema multiforme). Trastornos cardíacos y vasculares: en asociación con el tratamiento con AINE se han notificado edema y fatiga, hipertensión e insuficiencia cardíaca. Los estudios clínicos sugieren que el uso de ibuprofeno, especialmente a dosis altas (2400 mg/día), puede asociarse a un modesto aumento del riesgo de eventos trombóticos arteriales (p. ej., infarto de miocardio o ictus) (véase apdo. 4.4). Otros eventos adversos notificados con menor frecuencia y para los que no se ha establecido necesariamente una relación causal incluyen: Trastornos del sistema hematopoyético y linfático: leucopenia, trombocitopenia, neutropenia, agranulocitosis, anemia aplásica y anemia hemolítica. Trastornos psiquiátricos: insomnio, ansiedad, depresión, estado confusional, alucinaciones. Trastornos del sistema nervioso: dolor de cabeza, parestesias, mareo, somnolencia, neuritis óptica. Infecciones e infestaciones: rinitis y meningitis aséptica (especialmente en pacientes con trastornos autoinmunes preexistentes, como lupus eritematoso sistémico y conectivopatía mixta) con síntomas de rigidez de nuca, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre o desorientación (véase apdo. 4.4). Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: broncoespasmo, disnea, apnea. Trastornos oculares: casos raros de alteración ocular con trastornos visuales, neuropatía óptica tóxica. Trastornos del oído y del laberinto: audición alterada, tinnitus, vértigo. Trastornos hepatobiliares: función hepática alterada, insuficiencia hepática, hepatitis e ictericia. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: reacciones ampollosas incluidas síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica (muy raras), reacciones de fotosensibilidad y reacción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (síndrome DRESS) (frecuencia no conocida), pustulosis exantemática aguda generalizada (PEAG) (frecuencia no conocida). Trastornos renales y urinarios: deterioro de la función renal y nefropatía tóxica en diversas formas, incluida nefritis intersticial, síndrome nefrótico e insuficiencia renal. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración: malestar, fatiga. Notificación de sospechas de reacciones adversas. La notificación de sospechas de reacciones adversas que se producen tras la autorización del medicamento es importante, ya que permite un seguimiento continuo de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se solicita a los profesionales sanitarios que notifiquen cualquier sospecha de reacción adversa a través del sistema nacional de notificación en la dirección https://www.aifa.gov.it/content/segnalazioni-reazioni-avverse.
EMBARAZO Y LACTANCIA
Si está embarazada, sospecha que lo está o está planificando un embarazo, o si está dando el pecho, pida consejo a su médico antes de tomar Buscofen 12 Cápsulas Blandas 200 mg
Embarazo: la inhibición de la síntesis de prostaglandinas puede afectar negativamente al embarazo y/o al desarrollo embriofetal. Los datos obtenidos de estudios epidemiológicos sugieren un aumento del riesgo de aborto, malformación cardíaca y gastrosquisis tras el uso de un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas durante el primer periodo del embarazo. El riesgo absoluto de malformaciones cardíacas aumenta de menos del 1% hasta aproximadamente el 1,5%. Se considera que el riesgo aumenta con la dosis y la duración de la terapia. En animales, la administración de inhibidores de la síntesis de prostaglandinas ha mostrado provocar un aumento de la pérdida pre y postimplantación y de la mortalidad embriofetal. Además, se ha notificado un aumento en la incidencia de diversas malformaciones, incluida la cardiovascular, en animales a los que se administraron inhibidores de la síntesis de prostaglandinas durante el periodo de organogénesis. Durante el primer y segundo trimestre del embarazo, el ibuprofeno no debe administrarse salvo en casos estrictamente necesarios. Si lo utiliza una mujer que está intentando concebir o durante el primer y segundo trimestre del embarazo, la dosis y la duración del tratamiento deben ser, respectivamente, las más bajas y las más cortas posibles. Durante el tercer trimestre del embarazo, todos los inhibidores de la síntesis de prostaglandinas pueden exponer al feto a: toxicidad cardiopulmonar (con cierre prematuro del conducto arterioso e hipertensión pulmonar); disfunción renal, que puede progresar a insuficiencia renal con oligo-hidramnios; y a la madre y al recién nacido, al final del embarazo, a: posible prolongación del tiempo de sangrado y efecto antiagregante que puede presentarse incluso a dosis muy bajas; inhibición de las contracciones uterinas, dando lugar a un parto retrasado o prolongado. En consecuencia, el ibuprofeno está contraindicado durante el tercer trimestre del embarazo. Lactancia: en los pocos estudios disponibles hasta la fecha, los AINE pueden encontrarse en la leche materna en concentraciones muy bajas. Si es posible, deben evitarse los AINE durante la lactancia. Fertilidad: el uso de ibuprofeno puede comprometer la fertilidad femenina y no se recomienda en mujeres que intentan concebir. En mujeres con dificultades para concebir o que están siendo investigadas por infertilidad, debe considerarse la interrupción del tratamiento con ibuprofeno.








