Depurare il fegato: cardo mariano, carciofo, tarassaco e fumaria

Depurar el hígado: cardo mariano, alcachofa, diente de león y fumaria

¿Cuántas veces nos hemos encontrado pensando que tenemos el hígado sobrecargado? ¿O durante una ecografía nos han dicho que debemos prestar más atención a la alimentación, porque tendemos a tener el “hígado graso”? Cuidar de nuestro hígado significa cuidar del bienestar de todo nuestro organismo. Aquí hay cuatro principios activos naturales que pueden ser de utilidad. El cardo mariano para depurar el hígado Cuando se habla de protección del hígado, el pensamiento corre inmediatamente al cardo mariano: a realizar este “milagro” son tres sustancias que se extraen de sus semillas: silibina, silicristina y silidianina.Tres nombres complejos para tres verdaderos elixires para el hígado: de hecho, tienen importantes propiedades antiepatotóxicas que ya eran conocidas en la antigüedad y que hoy en día son una elección ideal también en caso de hepatitis, cirrosis y esteatosis (este es el nombre científico de lo que anteriormente llamamos "hígado graso"). Además, favorece la producción de bilis y también tendría efectos positivos sobre el colesterol y los azúcares.

Por lo tanto, para proteger y mantener saludable nuestro hígado, se recomienda el cardo mariano, que a lo largo de los siglos siempre ha demostrado ser un valioso aliado de nuestra salud.

 

También la alcachofa se utiliza para depurar el hígado

¿Quién no ama llevar a la mesa un buen plato de alcachofas, presentadas en las más diversas recetas? Lo que comemos es el fruto de la planta, fuente de importantes elementos para nuestro organismo, pero en realidad para cuidar la salud del hígado son más importantes las hojas de este pequeño prodigio de la naturaleza. De hecho, es conocido que favorece la digestión, estimula la producción de bilis – que nos permite una correcta digestión de las grasas – y también tendría un efecto hipocolesterolemizante, es decir, disminuiría los niveles de colesterol limitando su producción por parte del hígado.

La ingesta de fitoterápicos a base de alcachofa es, por tanto, una ayuda válida tanto para proteger el hígado como para promover su funcionalidad, mientras que para quienes luchan contra el colesterol y los triglicéridos altos es sin duda un aliado valioso.

 

Taraxaco: otra ayuda para el hígado

Aquí hay otra planta que conocemos desde niños: el taraxaco. ¿No les dice nada? Sin embargo, seguramente desde pequeños se han divertido con sus "dientes de león", esas esferas de ligerísimas semillas blancas que nacen después de las flores de un brillante color amarillo que lo caracterizan. Pues bien, el taraxaco es conocido desde la antigüedad precisamente por sus propiedades desintoxicantes a nivel del hígado, digestivas y diuréticas.

Es hepatoprotector, ya que es purificante y antiinflamatorio, al igual que sus colegas de los que hemos hablado anteriormente, estimula la funcionalidad biliar, pero también todas las glándulas que pertenecen al aparato digestivo, desde las glándulas salivales hasta el intestino. Además, también actúa sobre la musculatura del tracto gastrointestinal, proporcionando ayuda a quienes sufren de estreñimiento, y favorece la eliminación de líquidos en exceso.

 

Un aliado del hígado poco conocido: la fumaria

El cuarto y último aliado del hígado que trataremos aquí es quizás el menos conocido: es la fumaria, o mejor dicho, fumaria officinalis. También tiene propiedades antiespasmódicas, hepatoprotectoras y regula la bilis, favoreciendo el proceso digestivo en su conjunto. Si de hecho la producción de bilis es escasa, la fumaria hace que aumente; por el contrario, si es excesiva, la inhibe. Por eso el hígado y la digestión en general no pueden más que beneficiarse de esta valiosa aliada de la naturaleza.
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