Cistite: le cure alternative e naturali per un problema ricorrente nelle donne

Cistitis: tratamientos alternativos y naturales para un problema recurrente en las mujeres

El tratamiento tradicional para la cistitis es la administración de antibióticos; sin embargo, existen diversas otras posibilidades para controlar un problema que a menudo causa una reducción de la calidad de vida para quienes lo padecen de manera recurrente. Pero ¿cuáles son los tratamientos alternativos y naturales para la cistitis?

Quien lo sufre lo sabe bien: la cistitis es una dolorosa inflamación de la vejiga (como de hecho indica el mismo sufijo –itis, que en el ámbito médico señala precisamente las patologías de naturaleza inflamatoria) que puede aparecer esporádicamente en la vida de una persona o transformarse en un problema recurrente, que se presenta con una frecuencia más o menos insistente y también convertirse en un importante factor de disminución de la calidad de vida para aquellos que lo padecen.

Cuando se habla de cistitis, normalmente se hace referencia a las mujeres, porque, si bien es cierto que los hombres también la padecen, es igualmente cierto que en la edad adulta es principalmente el sexo femenino el que debe enfrentarse a este problema. La situación es diferente cuando nos dirigimos a niños o ancianos, edades en las que la incidencia del problema es similar entre ambos sexos.

 

Síntomas y causas de la cistitis: desde los tratamientos tradicionales hasta los tratamientos alternativos y naturales

En primer lugar, podemos identificar cuáles son los sintomas más comunes de la cistitis, cuya aparición se manifiesta normalmente con lo que los pacientes identifican como un “ardor íntimo” que se acompaña de dificultad para orinar (disuria), dolor al orinar (estranguria), sensación de vejiga pesada y constante necesidad de orinar (tenesmo) y también presencia de sangre en la orina (hematuria).Algunos pacientes también se quejan de síntomas como diarrea, piernas doloridas, náuseas, fiebre y fatiga.

¿Cuáles son las causas subyacentes a los episodios más o menos frecuentes de cistitis? Es importante conocerlas para abordarlas tanto modificando nuestros comportamientos como estableciendo un tratamiento adecuado, de modo que se limite tanto la frecuencia como la gravedad. La cistitis puede tener causas infecciosas (bacterias, virus o hongos), por lo que puede surgir de una infección de las vías urinarias, pero también puede tener causas inflamatorias incluso en ausencia de bacterias (orina ácida, consumo de alimentos o bebidas irritantes, oxalatos y cristales en la orina, cistitis intersticiales, etc.).La cistitis postcoital o también cistitis de luna de miel se presenta de uno a tres días después de las relaciones sexuales y se debe a microlesiones que se forman en el tejido vaginal durante el acto debido a la fricción: estas pequeñas lesiones son un terreno fértil para la adherencia de bacterias que pueden reproducirse hasta llegar a la vejiga, provocando la cistitis.

Existen también casos en los que la presencia incluso masiva de bacterias en la orina no se acompaña de inflamación (bacteriuria asintomática) y normalmente no se trata o, por el contrario, casos de falsas cistitis: patologías que pueden ser identificadas como cistitis y, como tales, tratadas, pero que al no ser realmente cistitis no obtienen beneficios de los tratamientos. En este grupo encontramos, por ejemplo, vulvodinia, vestibulodinia, contracturas de la musculatura pélvica, neuropatías pélvicas, dolores pélvicos crónicos, cistitis intersticiales y neuralgias del pudendo.Se trata de un problema considerable, porque la identificación errónea de estas problemáticas y la consiguiente falta de tratamientos adecuados se traduce en terapias prolongadas e inútiles, con una reducción significativa de la calidad de vida para quienes sufren.

El tratamiento tradicional para la cistitis es la terapia antibiótica: el antibiótico, de hecho, al destruir las bacterias presentes en la vejiga, también elimina aquellas que provocan la cistitis. En el otro lado de la balanza, la destrucción de las bacterias "buenas" que colonizan la vejiga, haciendo que la persona sea más propensa a recaídas. Además, los antibióticos son activos frente a las bacterias, pero no contra los hongos, que de hecho pueden proliferar ya que no tienen que compartir el territorio con las bacterias.

 

Los tratamientos alternativos y naturales para la cistitis

Existen diferentes tratamientos alternativos y naturales para controlar la cistitis y evitar que se repita con excesiva frecuencia: algunos de estos los abordaremos más específicamente en artículos dedicados, pero aquí hay un resumen con las principales indicaciones.

El D-Mannosio, un azúcar de origen vegetal, por ejemplo, impide que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga y, por lo tanto, causen inflamación. Desde el punto de vista mecánico, es importante aprender a relajar la musculatura contraída tanto gracias a ciertas integraciones específicas (por ejemplo, el magnesio) como con ejercicios dedicados, pero también utilizar lubricantes vaginales durante las relaciones sexuales. Además, es importante que la funcionalidad intestinal sea regular y restaurar la flora bacteriana vaginal.

Otra indicación, que puede ir en contra de lo que siempre hemos pensado, es la de utilizar los detergentes íntimos solo para la zona anal, mientras que para los genitales se debería usar solo agua para no alterar el delicado pH vaginal.

Además, sería recomendable preferir compresas y salvaslips de algodón o utilizar la copita menstrual, no usar tangas y evitar las terapias hormonales estro-progestágenas (la clásica píldora, pero también parches, dispositivos intrauterinos, anillos y otros) prefiriendo otros métodos anticonceptivos.

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