La curcuma: sconfiggere i dolori articolari con le virtù dei fitocomplessi

La cúrcuma: combate el dolor articular con las virtudes de los fitocomplejos

La cúrcuma es conocida también como “especia de oro”, por su color, amarillo-naranja, pero también por sus extraordinarias propiedades terapéuticas, entre las cuales se destacan las antiinflamatorias y antioxidantes.

Originaria del Sudeste Asiático y en particular de la isla de Java, fue probablemente introducida en Occidente por los árabes. Sus virtudes curativas son conocidas desde la antigüedad: Marco Polo, ya a caballo entre los siglos XIII y XIV, en "El Millón" - su célebre relato del viaje a lo largo de la ruta de la seda desde Venecia hasta China, entonces Catai - la menciona como “azafrán de oriente”.

Pertenece a la familia de las Zingiberáceas, al igual que el jengibre y el cardamomo. La parte “noble”, que se utiliza por sus propiedades fitoterapéuticas, es el rizoma, es decir, la raíz que se presenta de color amarillo-naranja intenso y de forma alargada y tuberosa.

Antiinflamatoria y antioxidante de gran eficacia, la cúrcuma debe sus propiedades terapéuticas al principio activo de la curcumina, presente en la raíz de la especia en un porcentaje entre el 2 y el 3%. La curcumina es particularmente incisiva contra las enfermedades autoinmunes, como por ejemplo la artritis reumatoide. En realidad, aunque se tiende a hablar solo del principio activo curcumina como si fuera un único elemento, es bueno señalar que en el rizoma existen tres tipos de curcuminas, denominadas precisamente curcumina 1, 2 y 3, cuya acción conjunta hace que la ingesta de este fitoterapéutico sea particularmente eficaz.

La eficacia de este principio activo es tal que a menudo se le indica también como “cortison natural”.

 

Tratar los dolores articulares con cúrcuma

Como hemos visto, el principio activo de la cúrcuma es la curcumina, cuya biodisponibilidad, es decir, su capacidad de ser absorbida por el cuerpo, no es muy alta, especialmente cuando se extrae de la planta en forma de solo principio activo. Alrededor del 50 - 75% de la curcumina no es absorbida por el tracto intestinal. Para aumentar su biodisponibilidad, es útil añadir un poco de pimienta negra, siempre que no haya otras contraindicaciones. Lo mismo se aplica, aún más, a los suplementos, que a menudo se añaden de piperina precisamente por esta razón. La contraindicación es que la pimienta (y la piperina como principio) podrían favorecer estados inflamatorios, especialmente a nivel intestinal.

¿Cómo hacer entonces para amplificar las cualidades del principio activo, aprovechando todo lo bueno que nos puede ofrecer? La respuesta es tomarlo en forma de fitocomplejos: preparados que combinan al principio activo (las tres curcuminas) también otros elementos que componen la raíz, siendo más biodisponible en comparación con la sola curcumina extraída. De este modo, es posible disfrutar de todos los efectos beneficiosos de la raíz, sin necesidad de añadir piperina.
Entonces, ¿por qué no tomar solo la especia, añadiéndola por ejemplo a los platos? Porque, aunque ciertamente es una buena costumbre incluirla en nuestra dieta diaria (posiblemente añadiéndola a los platos solo al final de la cocción, ya que el calor degrada sus propiedades), para tener efectos significativos en nuestra salud debería ser consumida en cantidades muy grandes.

La cúrcuma, especia dorada, es útil para combatir los dolores articulares gracias a las propiedades  antiinflamatorias, antioxidantes e inmunoestimulantes de su principio  activo, la curcumina, en sus tres formas.

La acción antiinflamatoria y de contraste a los radicales libres de la curcumina es particularmente efectiva frente a los dolores articulares provocados por artritis reumatoide, reumatismos, osteoartritis.  Actúa disminuyendo el dolor y mejorando la flexibilidad articular, contribuyendo, al menos parcialmente, a una mejora del patrón de marcha y a un leve aumento de la velocidad.

Los dolores articulares son a menudo causados por un degradado progresivo del cartílago, que empeora en caso de estados inflamatorios y por el estrés oxidativo.La cúrcuma actúa disminuyendo la inflamación y combatiendo los radicales libres, además parece que puede contribuir a estimular la producción de colágeno tipo II.

No solo eso: la cúrcuma, al contribuir a detener la cascada inflamatoria, también representa un excelente analgésico.

 

Otras propiedades de la cúrcuma: cicatrizantes y neuroprotectoras

La cúrcuma es realmente una “especia dorada”: además de su eficacia en contrarrestar los dolores articulares, se conocen otras propiedades terapéuticas. Es un excelente cicatrizante, tiene virtudes neuroprotectoras, ralentiza el envejecimiento de las células cerebrales y disminuye el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Los beneficios de la cúrcuma se extienden también al aparato cardiovascular y digestivo.Además, estimula la funcionalidad del hígado, tiene un efecto protector sobre sus células y favorece la eliminación de toxinas.

La cúrcuma y su principio activo, la curcumina, son aliadas valiosas para nuestra salud.

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